TRANQUILO
Entra un señor corriendo a una farmacia y pide: "¡Rápido,
deme algo para la diarrea, pero ya!" El encargado de la
farmacia, que era nuevo en el negocio, se pone un tanto
nervioso y le da sin fijarse unas pastillas. El tipo, con la
urgencia, se las toma y se va. Momentos después, el
encargado de la farmacia se da cuenta de que por error e
inexperiencia le dio al hombre unas pastillas para los
nervios. Horas después regresa nuevamente el diarreico y el
farmacéutico le dice: "¡Mil disculpas, señor, fíjese que por
error le di un medicamento para los nervios en lugar de
algún antidiarréico! Pero dígame, ¿cómo se siente usted?"
"Cagao, pero tranquilo".
jajaj esta muy bueno :D